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20-04-2024
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Interpretación del Noble Qur’an Surat al- Baqarah (2) - Lección (08 - 95) Ayat [17- 20]
   
 
 
En el nombre de Al-lah El Misericordioso El Compasivo  
 

Resumen de las lecciones anteriores:

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 Todavía estamos con las ayaat que describen a los hipócritas. Vimos en las lecciones anteriores que Allah ha descrito a los creyentes en cinco ayaat, y a los kafirun en dos; mientras que a los hipócritas los describe en trece ayaat; esos hipócritas que dicen:

“Creemos en Allah y en el Ultimo Día, pero no son creyentes.(8) Pretenden engañar a Allah y a los que creen, pero sólo se engañan a sí mismos sin darse cuenta.(9)”

[Al-Baqara]

 Esos son los que corrompen las cosas en la tierra.

“Pero sólo se engañan a sí mismos sin darse cuenta.(9)”

Esos son los que:

“Cuando se encuentran con los que creen, les dicen: Creemos. Pero cuando se quedan a solas con sus demonios, les dicen: La verdad es que estamos con vosotros y sólo queremos burlarnos.(14)”

Esos que se burlan de los creyentes:

“Allah se burlará de ellos y los dejará vagar errantes fuera de los límites.(15) Esos son los que han cambiado la guía por el extravío; su negocio no ha prosperado y no están guiados.(16)”

[Al-Baqara]

 Se trata, en realidad, de una transacción comercial: Pagas una cantidad, y recibes una determinada mercancía; de esta misma manera, el negocio del creyente ha prosperado con Allah, mientras que el del hipócrita se ha perdido. Estas ayaat habían sido ya explicadas en las dos últimas lecciones.

El Qur’an utiliza alegorías para ilustrar los hechos

Allah el Altísimo, ha dicho:

“ Se parecen a los que encienden un fuego y cuando alumbra en torno a ellos, Allah se lleva la luz y los deja a oscuras, sin ver.(17)”

 En cuanto a  la palabra “ Se parecen”, Allah el Altísimo, quiere darnos un ejemplo sobre los hipócritas; y el ejemplo es una imagen muy clara, que se aplica a una realidad alegórica compleja.
 La alegoría es una forma de expresión sublime, una forma de expresión clara, una forma de expresión comprensible, una forma de expresión veraz, y es el estilo que utiliza el Qur’an para ilustrar los hechos y dar luz sobre los distintos asuntos que trata.

Allah el Todopoderoso, dice:

“Aquellos a quienes les fue encomendada la Torá y no actuaron conforme a ella, se parecen a un asno que lleva una carga de libros.(5)”

[Al-Jumu'ah]
 Si ponemos un montón de valiosísimos libros sobre un asno, y dejamos que recorra un largo camino con tan preciosa carga en sus alforjas, y después le preguntamos sobre algunos acontecimientos que están descritos en esos libros, no recibiremos del asno otra respuesta que un rebuzno; de la misma forma, los que tenían el Libro Divino, y no lo entendieron, y no aplicaron sus reglas, se parecen a este asno cargado de libros.
Allah, el Altísimo dice:

“ Es como el perro, que si lo ahuyentas jadea y si lo dejas también(176)”

[Al-A’raf]
 El perro jadea en diferentes situaciones: Cuando está hambriento, cuando está descansado, o cuando está exhausto. Esto es otro ejemplo que Allah el Altísimo, nos da; y es muy beneficioso que nos fijemos en estas alegorías, tan frecuentes en el Noble Qur’an, y que de forma tan bella nos aclaran puntos fundamentales.

El Profeta también usaba el estilo alegórico:

 El Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- utilizó el estilo alegórico en muchas ocasiones; por ejemplo, en una de ellas, comparó a una sociedad en la que ni se fomenta el bien ni se prohíbe el mal a un grupo de personas que suben a un barco y ocupan la mayor parte de los asientos. Unos se acomodan en el segundo piso, y otros en el primero. Cuando los de la parte de abajo necesitan agua para beber, están obligados a subir al segundo piso, molestando a los que allí están sentados; por ello, les proponen hacer un agujero en el suelo del barco para de esta forma no tener que molestarles cada vez que quieran beber agua. El Profeta dijo:

“(( Si los que están arriba les dejan hacer lo que quieren, todos ellos perecerán, y si les previenen de hacer ese agujero, entonces todos ellos se salvarán.))

[Narrado  por Al-Boukhari y Al-Termidi de Al-Nu’man Ben Basheer]

 Esta es una alegoría sobre la responsabilidad colectiva; todos estamos en el mismo barco, y si uno de nosotros quiere cometer una fechoría, y alterar la estructura del barco, entonces, pereceremos; pero si se lo impedimos, llegaremos a puerto sanos y salvos; por el contrario, si le obedecemos, moriremos ahogados. Este es uno de los muchos ejemplos que el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- solía poner.

“ La salah es el pilar del Din

[Narrado por Al-Baihaqi en Cha’b el Iman de Omar]
 El mástil central de una jaima es lo que hace que ésta aparezca como tal; si lo quitamos, entonces la jaima se convierte en un trozo de tela caído en el suelo. El mástil es lo que le da entidad a la jaima..

((La salah es el pilar del Din, y quien la establece, es como si hubiera establecido el Din en su vida; y quien la abandona, es como si hubiera demolido el Din.))

[Narrado por Al-Baihaqi en Cha’b el Iman de Omar]
 Una gran cantidad de ayaat en el Qur’an contienen este tipo de alegorías, y en muchos otros discursos podemos encontrar este mismo sistema de enseñanza; en ocasiones, los que llaman al Islam utilizan el método alegórico para clarificar los temas que exponen.

Los hipócritas no tendrán saldo alguno en el más allá

 Queridos hermanos, si alguno de vosotros quiere dar clases, si quiere clarificar algo, o si quiere llamar a la verdad, tendrá que servirse de la alegoría, porque este es el método coránico, y el método profético; y no hay mejor método que seguir el estilo del Qur’an, y el estilo Profético.
Aquí nos referimos a los hipócritas, esos que aman la vida mundana por encima de todo, sin darse cuenta de que ese amor por lo mundano es la base de todo mal. En ella habían depositado sus esperanzas, se habían esforzado al máximo para conseguir sus bienes, habían excavado profundos cimientos, y habían construido portentosos edificios; sentían sus pies firmemente asentados sobre la tierra; pero cuando quisieron obtener el resultado de ese gran esfuerzo que les había llevado más de cuarenta o sesenta años de su vida, la muerte les sorprendió y se llevó todo en un segundo.

“ Se parecen a quienes encienden un fuego(17)”

[Al-Baqara]

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 Conseguir que el fuego alumbre sus vidas, tener dinero, honor, un alto status, belleza, una casa cómoda, y un elegante vehículo, esos son sus deseos.

“Se parecen a quienes encienden un fuego(17)”

[Al-Baqara]

 Después de un vigoroso esfuerzo, y una larga vida, el fuego ha alumbrado en torno a él; pero, de repente, ha llegado el Ángel de la muerte y se ha llevado todo su esfuerzo, y todas sus ganancias.
 Esta es la situación de los hipócritas, no tienen ningún saldo en el Más Allá; todo su saldo está en la vida de este mundo.
Por ejemplo, una persona tiene todos los huevos en una cesta, si le quitamos la cesta, lo perderá todo. El hipócrita no tiene ningún futuro en absoluto; pero puede tener un maravilloso presente

Ejemplos de personas que han sido sorprendidas por la muerte:

Allah el Altísimo, ha dicho:

“ Cuando los ves, te gusta su aspecto y si hablan, sus palabras captan tu atención. Son como maderos que no sostienen nada.(4)”

[Al-Munafiqoon]
 Poseen una abundante riqueza, y una alta posición social; pero no tienen ningún futuro; tienen dinero, privilegios, y disfrutan de los placeres de la vida; pero su existencia pende del diámetro de su arteria coronaria; su vida mundana pende de la fluidez de su sangre, y del crecimiento de sus células; pues si el crecimiento de sus células se interrumpiera, lo perdería todo; y si su arteria coronaria se estrechara, lo perdería todo, y si su sangre se congelara en un punto, lo perdería todo.

“Se parecen a quienes encienden un fuego(17)”

[Al-Baqara]

 Este hipócrita busca, viaja, invierte, no duerme por la noche, trabaja duramente, y habla sólo de cosas mundanas, de dinero, de su posición social; luego, cuando se alumbra en torno a él; es decir, cuando ha comenzado a obtener beneficios de su trabajo, le sorprende la muerte en la cima de su esplendor, en el mejor momento de su vida; la muerte le ha sorprendido después de haber terminado la construcción de una gran edificio, unos días después de haber contraído matrimonio, o después de unos años de gloria. Hay miles de ejemplos.

 Una persona ha trabajado duramente durante muchos años para poder construirse una casa, y cuando ha terminado de construirla, la muerte se lo ha llevado todo.

 Un hermano me comentó de una persona que había comprado una casa en un lugar precioso, y la había decorado con un gusto exquisito; luego, traslado sus cosas a la nueva casa, y cuando llegó el momento de mudarse y comenzar su vida en ella, murió.

El hipócrita no tiene ningún objetivo para la vida:

 De forma general, el hombre busca la vida mundana con toda su alma, con todo su tiempo, con todo su dinero, trabajando duramente… De ahí, que si posee algo de la vida, se alumbrará entorno a él; es decir, tendrá una alta posición, un ingreso estable, vivirá en una casa cómoda, tendrá un vehículo lujoso, poder, buenas relaciones, muchos seguidores, muchos conocidos; y en este momento de alegría, le sorprenderá la muerte y se lo llevará todo en un segundo.

 El hipócrita es un hombre que no tiene ningún objetivo relacionado con el Más Allá; no tiene futuro, y este es el ejemplo más claro.

“encienden” (17)

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 Ha hecho un gran esfuerzo para alumbrar su entorno, pero su placer no dura más que unos años. Esta vida mundana está delante de vosotros sin sorpresas. Hasta que el hombre alcanza lo que quiere, necesita cuarenta años; ¿cuánto le queda según el promedio de la edad del hombre? El Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz, dijo:

“ La muerte del ser humano se sitúa entre los sesenta y los setenta.”

[Al-Hakim de Abu Horayra]

 Cada año que vives después de haber cumplido los sesenta es un regalo; de ahí que cuando el hombre cumple los sesenta, siente que puede morir en cualquier momento; a veces, muere a los cincuenta, pero, en el mejor de los casos, después de los sesenta, en cualquier momento. ¿Cuántos años disfrutó de su vida? Veinte años.
 Ha perdido la eternidad por veinte años llenos de problemas, enemistades, y conflictos.

 Los Tribunales de Justicia están llenos de denuncias, denuncias entre la gente, entre la propia familia, denuncias por asuntos comerciales… y él tiene problemas de salud; pero desea la vida de este mundo, con todo lo que contiene; esta es la situación del hipócrita.

“ Se parecen a quienes encienden un fuego y cuando alumbra en torno a ellos, Allah se lleva la luz y los deja a oscuras, sin ver. (17)”

[Al-Baqara]

“ encienden un fuego”, tiene varios significados:

1- El hipócrita quiere que el fuego alumbre su vida para ser feliz:

 Sin duda, el hipócrita quiere la luz del fuego; puedes necesitar el fuego para calentarte, para cocinar los alimentos, o para alumbrarte.
Aquí, Allah el Altísimo quiere mostrarnos que el hipócrita desea que el fuego alumbre su vida, que su vida esté llena de felicidad y alegría, de esplendor y de lujo; casas, cohes… pero, muere de repente. Este es el que ha hecho que todas sus ganancias queden restringidas a la vida de este mundo; ha arriesgado su vida en juegos de azar.

 El creyente tiene un futuro; el creyente también muere, pero tiene un gran saldo en el más allá; su rectitud, su interés en aprender, sus buenas obras, su ayuda a los musulmanes, su sinceridad, su honestidad, y su forma de educar a sus hijos; todo ello, es un gran saldo que es depositado en el más allá; luego, cuando le sorprenda la muerte, dirá: ¡Bienvenida!

 La muerte es la gran obra del creyente, son las bodas del creyente; no seas como quien ha puesto todo su potencial en la vida mundana; este potencial puede terminarse por un coágulo cerebral, por un ataque cardíaco, o por un crecimiento arbitrario de las células.
En cuanto a la persona que tiene un gran saldo a causa de sus buenas acciones, y de una correcta disciplina, cuando muera, la muerte será su gran obra, y serán sus bodas.

2- Los hipócritas rechazan la llamada del profeta que puede dirigirles al camino de la felicidad, tanto en la vida de este mundo como en la del Más Allá: El segundo sentido de esta ayah, es que los judíos retaban a los hipócritas antes de la venida del mensaje profético, diciendo: " Este es el tiempo de la venida de un Profeta en quien creeremos ", entonces los hipócritas tuvieron que creer en ese profeta para desafiar a los judíos que con tanta insistencia habían predicado su venida. Pero cuando les vino el profeta Muhammad, a quien los hipócritas estaban esperando para refutar la intriga de los judíos, le negaron.
Después de que hubieran encendido un fuego, y de que éste les alumbrara, Allah se llevó su luz, la luz que podía dirigirles al camino de la felicidad, tanto en la vida de este mundo como en el Más Allá, por haber rechazado la llamada del Profeta

3-Son incrédulos, pero pretenden creer para lograr sus intereses:

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 El tercer sentido es que estos hipócritas son incrédulos, pero sus intereses están relacionados con los creyentes, por eso declaran su conversión al Islam, y ocultan su incredulidad; tan sólo quieren la vida de este mundo. Estos hipócritas se distancian de los incrédulos para beneficiarse de sus negocios con los creyentes; de ahí que no mostrasen lo que ocultaban en sus corazones, ni declarasen lo que encubrían; y la prueba de ello es:

“Sordos, mudos y ciegos, no podrán volver ( de su extravío).(18)”  [Al-Baqara]

De todo eso huye el iman.

Allah quiere que escuchemos y actuemos en consecuencia:

El sordo es quien no oye:

“ Realmente en esto hay un recuerdo para el que tenga corazón o
escuche estando presente.(37)”

[Qaf]
Si el hombre escucha:

“ Si ambas os volvéis a Allah en arrepentimiento, ya que vuestros corazones se habían torcido(4)”

  [Al-Tahreem]

 La verdad penetra en el corazón del creyente, pero no así en el del hipócrita; puede sentarse con un grupo de musulmanes que estudian con un sheij algún aspecto del Din, pero sólo porque tiene una cita con un amigo que le ha dicho: "nos encontraremos en la mezquita"; se sienta, y escucha la lección entera, pero no entiende nada, porque está distraído.
“ Sordos”
 y cuando le hablas de Allah, empieza a bostezar, porque está pensando en los negocios, en el dinero, y en las mujeres; por ello, cuando le adviertes del riesgo que está corriendo al tomar esa actitud, no te presta atención.

                                                        “ Sordos”

Por ello, en el Más Allá, la gente que esté en el infierno, dirá:

“ Y dirán: Si hubiéramos escuchado o hubiéramos tenido juicio, no estaríamos entre los compañeros del Sair. (10)”

[Al-Mulk]
 El Noble Qur’an nos enseña que la forma de escuchar que Allah el Altísmo quiere de nosotros, es la que nos lleva a actuar en consecuencia.

Las características de los hipócritas:Allah el Altísimo, ha dicho:

“ No seáis como ésos que dicen: Hemos oído; y sin embargo no escuchan.(21)”

   [Al-Anfal]

 ¡Qué desgracia cuando una persona asiste a una clase de Din, y escucha graves advertencias relacionadas con su destino; pero no les da importancia, como si no oyera nada. Esta es una de las señales del sordo.

“...pero los que no creen tienen sordera  en sus oídos y una ceguera para ellos, es como si los llamaran desde muy lejos (44)”.

 [Fussilat]

“Sordos, mudos (18)”

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El hipócrita no pregunta, porque lo que escucha no lo concierne en absoluto; nunca dice la verdad, y utiliza su lengua sólo para hablar de la vida mundana, y de las mujeres...

“Sordos, mudos y ciegos...(18)”

¿¡Como van a seguir el camino recto si son sordos, mudos y ciegos.!?






La muerte sobreviene súbitamente:

 El primer significado de esta ayah, es que el hipócrita busca la vida mundana; es lo único que le importa, eso y el dinero. Se compró una lujosa casa, un coche imponente, y disfrutó durante un tiempo de la vida de este mundo; pero le sorprendió la muerte.
 Un estudiante me dijo en una ocasión: "Mi tío es propietario de un cine -la historia es muy vieja y creo que pasó en los años sesenta; me dijo que su tío había obtenido aproximadamente cinco millones en los años sesenta -lo que equivaldría hoy a casi quinientos millones de dólares- y se dispuso a disfrutar de una vida repleta de placeres; pero contrajo una enfermedad infecciosa todavía siendo joven; comentó: "He obtenido este dinero de forma ilícita y hasta ahora no he podido disfrutar de él.”

( (Su amor por una cosa le hace ciego y sordo.))

[ Ahmad y Abu Dawud, de Abu Al--Dardaa]
 la vida mundana, seduce, daña, y pasa; voy a contaros una historia alegórica que de hecho os he contado muchas veces: un hombre quería suicidarse, y el Angel de la Muerte vino y le mostró cómo hacerse rico; siguiendo sus instrucciones se hizo con una gran fortuna, lo que le permitiría casarse con la hija del rey, y convirtiéndose en su yerno, pero el Angel de la Muerte le sorprendió el día de su boda; en aquel momento, el hombre le dijo: “¡¿Ahora te vas a llevar mi nafs?! Ojala te lo hubieras llevado antes, el día que estuve a punto de suicidarme por un dirham”.
La muerte nos llega en el momento más inoportuno e inesperado, y este hecho proviene de la sabiduría de Allah.
 El creyente siempre está listo para encontrarse con Allah el Altísmo, y le da la bienvenida a la muerte. En muchas ocasiones, el Ángel de la Muerte viene a los creyentes cuando éstos se encuentran en el mejor momento de sus vidas.

“Se parecen a quienes encienden un fuego y cuando alumbra en torno a ellos, Allah se lleva la luz y los deja a oscuras, sin ver. (17)  Sordos, mudos y ciegos, no podrán volver ( de su extravío).(18)”

 [Al-Baqara]

 ¿Cómo podrían volver? Los instrumentos para iniciar el regreso están averiados: el oído, que es el instrumento de la audición, no oye; el ojo, con el que observamos, tiene un velo; y el instrumento de aprender el conocimiento religioso, está estropeado. Este tipo de hipócritas son los incrédulos.

El Qur’an menciona a la gente con una personalidad débil:

 En cuanto al segundo tipo, son los que tienen una personalidad débil. Y éstos son muchos:

“O como el que está en medio de una tormenta.(19)”

[Al-Baqara]

 Este preciado Din se parece a las nubes que traen la abundancia. Como ese que dice: "Una nube transporta aproximadamente trescientas millones de toneladas del agua, que descenderán paulatinamente sobre la tierra, de modo que ésta se llenará de verdor, de abundantes cosechas, de árboles frutales, y de fuentes cristalinas; el agua es la base de todo sustento.

                         “ O como el que está en medio de una tormenta.(19)”

[Al-Baqara]

 Pero estas nubes obscurecen el sol, como esos días de invierno en los que el cielo está nublado; en esos momentos, el sonido de los truenos le hace temblar, y al ver el destello del relámpago teme quedarse sin vista. Los hipócritas nunca ven las bendiciones que hay en este tipo de nubes; a ellos no hacen sino molestarles, pues tapan el sol y oscurecen el cielo; les molesta el ruido del trueno y el resplandor del relámpago; todo eso les molesta, y por esa razón rechazan a esta nube.
En el Islam bajamos la mirada, entregamos el zakat, controlamos la lengua… En el Islam hay reglas, salawat, ayuno, y hay una disciplina; esto les molesta a los hipócritas sobremanera; por ello, rechazan el Din entero.

Allah el Altísimo, ha dicho:

“ O como el que está en medio de una tormenta donde hay tinieblas, truenos y relámpagos. El estampido del rayo al caer, les hace taparse los oídos por temor a la muerte. Pero Allah tiene rodeados a los incrédulos.(19)”

[Al-Baqara]

La gente con personalidad débil quiere los beneficios del Islam:

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Lo que les distingue de la gente que hemos mencionado al principio, es el dicho de Allah el Altísimo:

“ Si Allah quisiera les quitaría el oído y la vista. Es verdad que Allah tiene poder sobre todas las cosas.(20)”

[Al-Baqara]

 Estos son los que quieren los beneficios del Islam, pero no sus obligaciones; quieren las ganancias sin tener que pagar por ellas,  quieren la gloria del Islam, y sus frutos, sin pagar ningún precio; esta es la posición de esta gente con respecto al Islam:

“ O como el que está en medio de una tormenta donde hay tinieblas, truenos y relámpagos.(19)”

[Al-Baqara]

 El Islam tiene deberes, y esto es lo que la gente con una personalidad débil, no quiere. Idolatran a sus semejantes y escuchan discursos fabricados y débiles, pero se vuelven hostiles cuando les presentas la verdad y las obligaciones que ésta comporta.

“ O como el que está en medio de una tormenta donde hay tinieblas, truenos y relámpagos.(19)”

[Al-Baqara]

La diferencia entre creyentes y gente con personalidad débil:

 El creyente hace la salah a su tiempo, recita el Qur’an, controla su lengua, da de su dinero, educa a sus hijos, y trabaja sin cesar; pero hay otro tipo de gente, son los que no desean otra cosa que el disfrute mundano.
En esta vida nos encontramos con gente que da y con gente que toma; con gente que se relaja, y con gente que se esfuerza.

   “ ...les hace tapar los oídos por temor a la muerte.(19)”

[Al-Baqara]

 Tiembla cuando se menciona a la muerte; y también hay gente que odia el Qur’an. ¿Por qué? Porque es recitado en ocasiones tristes, y es como si el Qur’an les recordase la muerte.
 Hay gente que odia ciertas plantas porque son plantas que suelen ponerse en las tumbas. Su extremado amor por la vida de este mundo les lleva a odiar todo lo que les recuerda la Vida después de la muerte; Hay muchos países en los que nunca se ven esquelas pegadas en las paredes; y los muertos son llevados por la ambulancia del hospital al cementerio directamente.
 Hay muchos países Islámicos que prohíben las esquelas, y los funerales, como si de esta forma pretendiesen hacer creer que no existe la muerte, sólo la vida.
A veces, escuchamos desde un minarete el anuncio de un funeral, y ese anuncio nos recuerda la muerte. Cada día vemos alguna esquela, un funeral que pasa por delante de nosotros. Como el Profeta, -la paz y la bendición sean sobre él- dijo:

“( (Recordad mucho al Angel de la Muerte, quien destruye los placeres, quiene separa a los amantes, y disipa los grupos.))

 [Narrado  por Al-Termidi y Al-Nisaei de Abu Horayra]

(Vive lo que quieras, al final has de morir; ama a quién quieras, al final seréis separados, y haz lo que quieras, al final tendrás que dar cuenta de ello))

[Narrado por Al-Shirazi y Al-Baihaqi de Jaber]
 Esa persona que sólo quiere los beneficios del Islam, si hay una excursión, una celebración, o se distribuye algo, siempre está en primera fila; pero si hay alguna tarea, desaparece; sólo quiere los beneficios, y no las obligaciones; quiere las ganancias sin pagar por ellas; y quiere obtener buenos resultados sin trabajar.

“O como el que está en medio de una tormenta.(19)”

La gente con personalidad débil, no se ponen límites:

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 A veces, el Islam necesita esfuerzo, necesita fuerza de voluntad, y necesita sacrificio; y a la persona que tiene una personalidad débil, no le gusta el esfuerzo, y no le gusta el trabajo; prefiere escapar de tales situaciones.
El hipócrita se sienta con quien sea, hombre o mujer, casada o soltera; no le importa si es lícito sentarse con ella, no tiene ningún problema. Permite que sus ojos vean lo que quieran, sea lícito o ilícito, y habla de lo que sea, porque no tiene límites en absoluto; es indisciplinado, y detesta la fuerza de voluntad, y está en contra de  las normas, porque no las soporta.
 “O como el que está en medio de una tormenta donde no hay tinieblas, truenos y relámpagos. El estampido del rayo al caer, les hace taparse los oídos...(19)”
No le gustan ciertas conversaciones, por eso se pone el dedo en el oído, y esto es una realidad; cuando hablas de la Vida después de la muerte, el hipócrita empieza a bostezar, o pide disculpas, porque tiene una cita, pero si la conversación versa sobre la vida mundana, no le importa quedarse contigo hasta medianoche, anula todas sus citas y te escucha con entusiasmo.

“...les hace taparse los oídos por temor a la muerte.(19)”

 Piensan que si no mencionan la muerte, si no hablan de la Vida después de ultratumba, no morirían.

“Pero Allah tiene rodeados a los incrédulos.(19)”

Leyes que tienen aplicación, aunque no se crea en ellas:

 Este es un punto muy importante, hay leyes que se aplican a todos, aunque no se crea en ellas, te guste o no, y el ejemplo más cercano: La ley de la gravedad; la gravedad es una ley, y el paracaídas está basado en esa ley. Si el ser humano se burlara de esa ley, si la despreciara, si no le importara en absoluto y se lanzara del avión sin paracaídas, ¿dejaría, por ello, de aplicarse esta ley a su caso?

 Si no creyera en la ley de gravedad, bajaría, pero muerto. Es decir, creamos o no, reconozcamos o no esta ley, sus consecuencias serán inevitables.
El hipócrita no soporta oír la verdad, no soporta hablar del Más Allá, no soporta recordar la muerte; se pone el dedo en el oído para no escuchar la verdad; pero Allah le tiene rodeado.
 Este hipócrita es realmente estúpido, es como el avestruz que mete la cabeza debajo de la tierra cuando ve que se acerca un león; piensa que de esta manera desaparece el peligro, cuando en realidad lo único que ha hecho es convertirse en una presa fácil para su enemigo; cuando ha metido la cabeza en la tierra, ha dejado de ver a su enemigo, y piensa que éste ha desaparecido. Exactamente así actúa el hipócrita:

“A punto está el relámpago de quitarles la vista.(20)”

Cuando se habla del Paraíso "y de las Huríes del Paraíso"; el hipócrita dice: “¡Que Allah nos conceda “las Huríes del Paraíso !". ¡Le gustan las Huríes del Paraíso!
“Jardines por cuyo suelo corren los ríos”

[Al-Tahrim]

Y le gusta:

“Si Allah os ayuda...no habrá quien pueda con vosotros (160)”

[Al-Imran]

 Le gusta la parte cómoda y excitante del Din, pero no quiere pagar ningún precio.

Una descripción coránica de la gente desequilibrada:

Allah el Altísimo, ha dicho:

“A punto está  el relámpago de quitarles la vista. Cada vez que les alumbra andan, pero cuando se hace oscuro, se detienen.(20)”

  A veces, su negocio prospera, entonces le gusta el Din, le gusta el conocimiento religioso, le gusta sentarse y hablar con los sabios, y le gustan las clases del Din, porque su negocio es próspero; pero cuando su negocio decae, su actitud cambia radicalmente: Su salah se debilita, su confianza en Allah disminuye, y desaparece su anhelo por el conocimiento y por la vida del Más Allá. En realidad es un hipócrita que anda cuando la luz alumbra  y, cuando se oscurece, se detiene, este hombre es un desequilibrado, y en la siguiente ayah hay una descripción exacta de este hombre:

“ Cada vez que les alumbra andan, pero cuando se hace oscuro, se detienen.(20)”

El hipócrita:

“ Y hay hombres que adoran a Allah como al borde de un precipio; si les viene un bien se tranquilizan con ello pero si les viene una prueba cambian de cara perdiendo esta vida y la otra. Esa es la auténtica perdida.(11)”

[Al-Hajj]

El hipócrita cambia según sus intereses:

 El creyente no cambia:

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“Entre los creyentes hay hombres que han sido fieles a su compromiso con Allah, algunos han cumplido ya su compromiso y otros esperan sin haber variado en absoluto.(23)”

[Al-Ahzab]

 El creyente no cambia; pero el hipócrita cambia según sus intereses; está allí donde están sus intereses, incluso en los litigios.

Por ejemplo, este hipócrita posee una casa, y el inquilino de esta casa no quiere salir porque le protege la ley, el camino está bloqueado porque la ley protege al inquilino; entonces el propietario se dirige a los sabios religiosos, y les dice: "Quiero saber lo que dice la sharia’". Él quiere sólo la ley de Allah, porque ha sabido que la ley de los hombres no está con él. Según la ley, es imposible hacer salir al inquilino de la casa.
 Entonces, contrata a un abogado y dice: "Vivimos en un estado de derecho con leyes que nos protegen". Aquí vemos cómo ha cambiado su discurso. Hace dos días, pedía la sharia’, pero ahora quiere la ley, porque el hipócrita sigue sus intereses, y tiene la capacidad de saber dónde los puede salvaguardar mejor. Cuando sus intereses están protegidos por la sharia’, obedece a los sabios; en caso contrario contrata a abogados, y obedece a los jueces.
“A punto está  el relámpago de quitarles la vista. Cada vez que les alumbra andan, pero cuando se hace oscuro, se detienen.(20)”

El hipócrita y la persona con una personalidad débil:

 Si su hijo aprueba los exámenes, le gusta frecuentar la mezquita donde estudia su hijo, y habla con respeto de su profesor, y le dice a su hijo: “¡Hijo mío, lleva a tu hermano contigo a la mezquita!”; pero si su hijo suspende, echará la culpa al profesor y a la mezquita, aun cuando la mezquita no tiene ninguna relación con el asunto, y su hijo es el único responsable.

“Cada vez que les alumbra andan, pero cuando se hace oscuro, se detienen.(20)”

 Muchos hipócritas en la época del Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- abrigaban buenos sentimientos, y había otro tipo de hipócritas que se beneficiaba de la incredulidad; sus interés estaban con los creyentes, de forma que no mostraban lo que ocultaban sus corazones. Este, es el primer tipo:

“ Sordos, mudos y ciegos, no podrán volver ( de su extravío).(18)”

[Al-Baqara]

 Hay un segundo tipo de hipócritas: Su personalidad se ha debilitado ante sus deseos, y los ha mezclado con el iman, y su situación se ha complicado, pues no está ni con unos ni con otros, ni con los creyentes ni con los hipócritas. Si encuentra en los creyentes alguna actitud que le interesa, los sigue; pero si ocurre algún problema, desaparece; es decir, que cualquier amenaza abroga su piedad, y si siente que hay un peligro, deja de hacer el salah. Pero el creyente no cambia:

“Entre los creyentes hay hombres que han sido fieles a su compromiso con Allah, algunos han cumplido ya su compromiso y otros esperan sin haber variado en absoluto.(23)”

[Al-Ahzab]

Tres señales del hipócrita:

 Queridos hermanos, hay tres signos del hipócrita:

“Tres señales indican a un hipócrita: cuando habla miente, rompe sus compromisos, y traiciona lo que se le ha confiado”.   

[ Relatado por Al-Boukhari de Abu Horayra que esté contento con él]

((Cuando habla miente)).  Si se arrepintiese de haber mentido, una de las señales de la hipocresía, ésta quedaría abolida.

((Rompe sus promesas)).

Si dejara de romper sus promesas, una de las señales de la hipocresía, ésta quedaría suprimida.

(( Traiciona lo que se le ha confiado)).

 Si dejara de traicionar lo que se le confía, una de las señales de la hipocresía, ésta quedaría anulada.
Nada es inmóvil.

  El primer grupo de hipócritas da miedo, pues son los auténticos incrédulos; pero en el segundo hay una gran esperanza, ya que cada error puede ser rectificado.
Por lo tanto, los Compañeros del Profeta -que Allah esté satisfechos con todos ellos- a pesar de ser la mejor gente y de estar provistos de las mejores cualidades, se acusaban a sí mismos de hipocresía, y sentirnos hipócritas es una buena señal, es la señal de que nuestro iman está sano. El hipócrita vive cuarenta años en el mismo estado, mientras que el creyente vive en un día cuarenta estados. A veces, se siente tranquilo y sereno; a veces, ansioso; y a veces, temeroso; esos diferentes estados son la prueba de su iman, la consecuencia de la sinceridad de su iman, y el cuidado que pone en satisfacer a Allah el Altísimo.
Queridos hermanos, el principio de esta surah es muy importante porque hay dos clases de personas: el creyente y el incrédulo; y un tercer grupo lo forman los hipócritas, pero éstos son desconcertantes; a veces tenemos la impresión de que son creyentes, pero no lo son. Algunas personas de las que pertenecen a esta categoría pueden inclinarse definitivamente hacia la incredulidad, y otras pueden arrepentirse y engrosar las filas de los creyentes.
 Por lo tanto, el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- no difamó a los hipócritas, sino que les cubrió; si bien dio sus nombres a Hudhayfah -que Allah esté satisfecho con él. Pero lo más increíble es que el Califa “Omar”, el gigante del Islam, le preguntó: “Por Allah, Hudhayfah,  ¿está mi nombre en la lista de los hipócritas? "
Hizo esa pregunta por su gran temor de Allah, y por el cuidado que ponía en agradar a Allah en todo cuanto hacía.

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