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22-12-2024
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La biografia - Sahaba - Lección (44-50), Zaid bin Sahel Al-Ansari
   
 
 
En el nombre de Al-lah El Misericordioso El Compasivo  
 

  No debería sorprendernos al comprobar que muchos de los que hacían el salah en las mezquitas, eran mujeres. Detrás de numerosas conversiones al Islam encontramos a esposas, madres y hermanas. La mujer es una criatura portadora de un inmenso valor, y el Islam no ha hecho sino honrarla y respetarla debido al papel fundamental que juega en toda sociedad.

Cómo contempla el Islam a la mujer, y cómo la contemplan los encubridores

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 Hermanos creyentes, seguimos con la biografía de los Compañeros del Profeta –que la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él, y que Allah esté satisfecho con todos ellos. El tema de la lección de hoy es la biografía de Zayd Ben Shal, también conocido con el nombre de Abu Talha al Ansari.
Antes de narrar detalladamente la vida de este Compañero, tenéis que saber que la mujer en el Islam tiene el mismo valor que el hombre, y que cuanto más conocimiento tiene una persona, más claramente entiende que la mujer es igual al hombre en lo que concierne a la honra y al cumplimiento de los preceptos que Allah nos ha ordenado. Y es posible que Allah el Altísimo le haya otorgado tareas más importantes que las que ha otorgado al hombre. Fijémonos en este venerable Compañero del Profeta, quien tuvo una larga experiencia en llamar a otros al Islam. ¿Podéis creer que la causa de su conversión fuese una mujer?

 No debería sorprendernos al comprobar que muchos de los que hacían el salah en las mezquitas, eran mujeres. Detrás de numerosas conversiones al Islam encontramos a esposas, madres y hermanas. La mujer es una criatura portadora de un inmenso valor, y el Islam no ha hecho sino honrarla y respetarla debido al papel fundamental que juega en toda sociedad. Por el contrario, los kafirun la han denigrado, convirtiéndola en una mera mercancía. Si un fabricante de betún para calzado quiere vender bien su producto, tendrá que poner la imagen de una mujer medio desnuda en la tapa de la caja.

  Los incrédulos han convertido a la mujer en una mercancía barata, mientras que el Islam la ha revestido de valor. Según vayamos relatando la vida de este Sahaba, iremos viendo la importancia del papel de la mujer en la dinámica existencial.

La historia de la conversión de “Abu Talha Al Ansari” al islam:

 Zayd Ben Sahl Annajari, más tarde convertido al Islam y con el sobrenombre de Abu Talha, tuvo noticias de que Romaysaa Ben Melhan Annajariya, también conocida con el nombre de Um Salim, se había quedado viuda y, Allah el Altísimo, ha dicho:

﴾ Y casad a vuestros solteros y a vuestros esclavos y esclavas que sean rectos. Si son pobres, Allah les enriquecerá con Su favor ) ﴿

Qur’an Surat an-Nur, ayat 32

 La orden divina va dirigida primero a los padres, y después a los que quieren casarse, al hombre y a la mujer. El matrimonio es sunnah en el Islam.
Abu Talha Al Anssari, deseaba casarse con ella, ya que Um Salim reunía todas las buenas cualidades de una mujer: era sensata, honrada, y de carácter equilibrado. Decidió pedir su mano sin más demora antes de que otro se le adelantase. De Abd Allah de Ibn ‘Amr se nos ha transmitido que el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- dijo:

“La vida mundana es un disfrute, y el mejor disfrute en este mundo es una mujer virtuosa.”

[Relatado por Moslim en su libro Assahih de Abd Allah Ben ‘Amr]

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 No hay grados en la relación que se establece con una mujer: o resulta ser un paraíso, o un infierno. El siguiente hadiz nos ha sido transmitido por Ma’kal Ben Yassar, quien dijo:

 Un hombre vino para ver al Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- y le dijo: he encontrado a una mujer guapa y rica, pero es estéril, ¿debo casarme con ella? El Profeta respondió: “No”. El hombre volvió una segunda vez con la misma pregunta, y el Profeta se lo prohibió. Vino por tercera ver, y el Profeta le dijo: “Casaos con mujeres amorosas y fecundas, pues de esta forma me sentiré orgulloso de vosotros en el más allá.”

[Relatado por Abu Dawud en libro de Ma’kal Ben Tassar]

 La relación amorosa con la esposa es algo indescriptible; y el fruto de su fecundidad son nuestros hijos.

Abu Talha era un hombre valiente, atractivo, rico y de buena conducta; además, era el jinete de “Bani Annajjar”; por ello, estaba seguro que Um Salim no le rechazaría.

 Abu Talha se dirigió a la casa de “Om Salim”, y en el camino recordó que ésta se había convertido al Islam y había creído en Muhammad, gracias a Moss’ab Ben ‘Omayr. Esto le hizo pensar que quizás Um Salim ejercería algún tipo de presión sobre él para que se convirtiera al Islam; sin embargo, Abu Talha se dijo para sus adentros: “¿Y bien? No creo que sea un problema, ya que su marido murió siendo politeísta; adoraba a los ídolos, y se desentendió totalmente de la llamada del Profeta Muhammad. No me parece que ser musulmán sea una condición para que Um Salim se case conmigo.”
Abu Talha llegó a la casa de Um Salim, y ésta le dio permiso para entrar; su hijo Anas estaba con ella. Abu Talha, abandonando cualquier tipo de protocolo, pidió su mano sin más demora.
 El Qur’an nos enseña que de la misma forma que una mujer puede ser pedida en matrimonio por un hombre, así también un hombre puede ser pedido en matrimonio por una mujer.

Allah el Altísimo ha dicho:

﴾Dijo: quiero casarte con una de mis hijas a cambio de que trabajes para mí durante ocho años, aunque si culminas hasta diez será cosa tuya, no quiero hacértelo difícil; si Allah quiere encontrarás que soy justo.(27) ﴿

[Al-Qassas]

 Tenemos tradiciones que se apartan enormemente de la esencia del Islam. ¿Es inteligente que el padre le proponga a un hombre casarse con su hija? Ello significaría que su hija tiene un gran defecto. Pero si encuentras un joven creyente y le dices: “Tengo una hija adecuada para ti”, en eso no tienes por qué sentir vergüenza. Lo vergonzoso, es cuando tu hija pasa de los treinta sin haberse casado: ¿Qué futuro le espera? Vivir en casa de su hermano, dominada por su esposa.
Allah el Altísimo, ha dicho:

﴾No obliguéis a vuestras esclavas a prostituirse en contra de su deseo de ser honradas, persiguiendo lo que ofrece la vida de este mundo. Pero si (les ocurre que) son forzadas...es cierto que Allah, una vez que hayan sido forzadas, es Perdonador, Compasivo. ﴿(33)

[Annour]

 El Qur’an muestra en esta ayah, que el padre que pone obstáculos al hombre que ha venido a pedir la mano de su hija, la está empujando, inconscientemente, a prostituirse.
Por ejemplo, si tienes un obrero al que le pagas mil liras en estos tiempos y el ve que obtienes grandes beneficios y que tus depósitos de mercancías están a rebosar, y que la exportación de tus productos se mueve a un buen ritmo, le estarás empujando a que te robe a escondidas.
Muchas jóvenes llenas de grandes cualidades no se han casado a cuasa de los obstáculos que los padres han puesto a los pretendientes de sus hijas. Y, sin embargo, la actitud correcta es justo la contraria: El padre tiene la obligación de facilitarle las cosas al hombre que pide la mano de su hija, de modo que si tiene una casa independiente y es creyente, debe aceptarlo, ya que no hay nada peor para una mujer que permanecer soltera toda su vida. Esta situación es verdaderamente inaceptable. Tenemos cientos de mujeres castas que no pueden casarse debido a los obstáculos que ponen sus padres. Y todo ello lo hacen pretendiendo que sólo buscan el bien de sus hijas, cuando en realidad las están discriminando con respecto a sus hijos varones. No podemos exigir demasiado a un joven que quiere casarse, antes bien debemos ayudarle para que pueda vivir con nuestra hija en las mejores condiciones, a condición de que sea creyente y obre con rectitud. No hagamos de nuestras hijas mercancías con las que podamos enriquecernos.
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 ¿Qué ha dicho esta mujer inteligente? Así le habló al hombre que la pretendía: “un hombre como tú no se rechaza; pero no puedo casarme contigo pues eres un kafir (incrédulo, encubridor).” Abu Talha pensó que aquellas palabras no eran sino una excusa, pues sin duda prefería a un hombre que fuera más rico que él.
Abu Talha, replicó: “Por Allah, que no es eso lo que te impide casarte conmigo.” Om Salim le preguntó sorprendida: ¿Y qué me impide, entonces, hacerlo? Abu Talha, respondió: “el oro y la plata.”
Um Salim, exclamó: “¡El oro y la plata! “
Abu Talha replicó de nuevo: “sí, el oro y la plata. “
Um Salim le dijo con absoluta determinación: “Juro por Allah que si te conviertes al Islam me casaré contigo, y no te pediré oro ni plata, tu conversión al Islam será mi dote.” (Así eran los Compañeros del Profeta).
Si el Islam de hoy fuera el Islam de la época del Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- juro por Allah, que no habría salido de Mekka a Medina, ni se habría extendido por toda la tierra. El Islam se extendió cuando los Nobles Compañeros del Profeta mostraron su heroico comportamiento, tan ajeno a la consciencia de la gente de hoy.

 Cuando Abu Talha oyó las palabras de Um Salim, pensó en su ídolo de madera; Um Salim, por su parte, quiso aprovechar la ocasión que se le ofrecía y le dijo: “Abu Talha, ¿No sabes que el ídolo de madera que adoras fuera de Allah, ha crecido de la tierra?”
Abun Talha le contestó con un rotundo “sí”.
Um Salim, continuó: “¿No sientes vergüenza cuando adoras a un trozo de árbol, mientras que otros lo usan para encender el fuego? Si te conviertes al Islam, me casaré contigo.“
Abu Talha replicó conmovido: ¿Y quién me enseñará el Islam?
Um Salim respondió con la seguridad que da el iman: “Yo te lo enseñaré.”
Abu Talha preguntó: “Pero, ¿cómo? ¿Qué debo hacer?”
Um Salim le contestó: “Pronuncia la shahadah, en la que atestiguas que no hay más dios que Allah, y que Muhammad es Su Mensajero, y luego ve a tu casa, y rompe tu ídolo.”
Abu Talha, sin dudarlo, pronunció la shahadah: “Testifico que no hay más dios que Allah, y que Muhammad es Su Mensajero. Después de lo cual, Abu Talha se casó con Um Salim.
 Los musulmanes de aquella época comentaron que nunca habían oído de una dote más venerable que la que pidió Um Salim.
Así fue como Abu Talha se hizo musulmán, y puso toda su energía en el servicio al Islam.
Se cuenta que un joven pidió la mano de la hija de un gran sabio; éste le puso como requisito indispensable para casarse con su hija que asistiera a sus clases. El joven aceptó la condición. Mientras escuchaba la clase de este gran sabio, no dejaba de pensar en su prometida; pero, más tarde, comenzó a prestar atención a las palabras del maestro; poco tiempo después, logró concentrarse en la lección, hasta que se olvidó de su prometida y se reconcilió con Allah.
Esta le preguntó: “¿Ya no quieres casarte conmigo?”
El joven le respondió: “¡Cómo no habría de quererlo si has sido la causa de mi reconciliación con Allah!”
A veces, el hombre sigue el buen camino a causa de su esposa, o de su hermana..., y esto no debería ser una vergüenza para él. De alguna manera tiene el hombre que llegar a Allah.
 Nuestro maestro Abu Talha fue uno de los setenta hombres que prometieron lealtad al Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- y con él fue su esposa Um Salim. Así mismo, fue uno de los doce hombres elegidos por el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz-, para ser gobernante de “Yatrib”.

Esta fue su actuación el día de “Uhud”. ¿Qué nos indica?

 Abu Talha, estuvo con el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz-, en todas las batallas, pero el mejor día para Abu Talha fue el día de “Uhud”.
El Hombre más afortunado es el que ha compartido un asunto con el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz-, o bien con los Compañeros del Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- o con los que llaman al camino de Allah, para que los hombres reconozcan la verdad, y se alejen de la falsedad.
La historia de Abu Talha es muy sutil y hermosa.
 Abu Talha quería mucho al profeta Muhammad –que Allah le bendiga y le de la paz- no quería dejar de mirarle, ni dejar de escuchar su dulce voz. En el día de “Uhud”, los politeístas rompieron un diente del profeta, herieron su frente y su labio, y hicieron sangrar su noble rostro; el Profeta soportó con paciencia aquel ultraje, y dijo:

“ He sufrido lo que nadie ha sufrido, y he tenido miedo como nadie lo ha tenido, y he pasado treinta días hambriento.

 Esto quiere decir que el profeta es un hermoso ejemplo para nosotros: Soportó el dolor, todo tipo de penalidades, la pobreza, el miedo, y el destierro de su tierra natal. Puesto que el profeta era un ser humano, y tenía las características de los seres humanos, se convirtió en el señor de los hombres.
El profeta es nuestro mejor ejemplo; por ello, si has tenido que soportar penalidades en la llamada al Islam, y críticas, Allah el Altísimo ha dicho:

“ No desfallezcáis ni os apenéis, porque, si sois creyentes, seréis superiores.” (139)

[Al- Imran]

 Cuando Abu Talha vio que el diente del profeta se había roto, que su frente y su labio estaban heridos, y que de su rostro manaba sangre, se puso delante del profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- como si fuera una montaña, y comenzó a lanzar flechas; el profeta intentaba seguir la dirección de las flechas, y Abu Talha le dijo: Que mi padre y mi madre sean tu rescate, no levantes la cabeza no vayan a herirte. ¡Que me degüellen en tu lugar, y que mi pecho se interponga entre tu pecho y las flechas. ¡Que yo reciba el daño que vaya dirigido a ti, oh Mensajero de Allah!”

 Queridos hermanos, el Islam es amor y, en esta religión, hay una parte práctica, y otra emotiva, pues lo que nos dirige a Allah es el amor, y el precio del amor es la obediencia. De lo contrario, es como un coche sin motor.
“Abu Al’ ataha” dice:
Desobedeces a Allah y dices que Le amas.
Eso es imposible.
Si tu amor es verdadero, Le obedecerás
El amante obedece al amado.
 Tenemos un grave problema si no queremos a los creyentes. Los hipócritas se alegran enormemente cuando ven que los creyentes sufren penalidades. Si oyes que un creyente ha sufrido una desgracia, y te alegras, significa que eres un hipócrita, porque el indicio de tu iman es que amas a los creyentes, y les deseas la victoria, la fuerza y la gloria, ya que quien les desea lo contrario, es un hipócrita aunque no lo sepa.
¿Es posible que los Compañeros del Profeta fueran derrotados estando el Profeta con ellos? Sí, es posible y, de hecho ocurrió. Allah el Altísimo, ha dicho:

“ Allah os ha ayudado en numerosas ocasiones. Y en el día de Hunayn, cuando os asombraba vuestro gran número y sin embargo no os sirvió de nada. La tierra, a pesar de su amplitud, se os hizo estrecha y luego, dando la espalda, os volvistéis. (25)

[Attawba]

 Querido hermano, en tu vida hay dos días fundamentales, un día como el de Badr, y otro como el de Hunayn. Si pones tu confianza en Allah, Allah te ayuda, te guarda, y te hace triunfar; pero si dices: “yo tengo mucho dinero, mucha experiencia y, por lo tanto, puedo vencer al enemigo”, si dices: “yo”, Allah te abandona y pierdes Su ayuda.
Allah el Altísimo, ha dicho:

“ Es cierto que Allah os ayudó en Badr, aunque estabais en inferioridad de condiciones. Así pues, temed a Allah y podréis ser agradecidos.” (123)

[Al-Imran]

“ Allah os ha ayudado en numerosas ocasiones. Y en el día de Hunayn, cuando os asombraba vuestro gran número y sin embargo no os sirvió de nada. La tierra, a pesar de su amplitud, se os hizo estrecha y luego, dando la espalda, os volvistéis.”(25)

[Attawba]

 Con tu trabajo, tu especialidad, tus estudios, tu comercio, tu industria, tu agricultura, tus relaciones… si dices: “yo”, Allah te abandonará; pero si dices: necesito a Allah, Allah te ayudará. Allah el Altísimo, ha dicho:

“Allah es amigo de los que creen; los saca de las tinieblas a la luz.” (257)

[Al-Baqara]

 Hay cuatro palabras que son nefastas: “yo”, “nosotros”, “mi”, “tengo”); “yo”, la dijo Ibliss -el diablo-:

“ Yo soy mejor que él; a mí me creaste de fuego, mientras que a él lo has creado de barro.(12)

[Al A’raf]

En cuanto a “nosotros”: Dijeron: Nosotros tenemos fuerza y una poderosa ofensiva. (33)

[Annaml]

En lo que concierne a “tengo”, la dijo Firaún:

Y llamó Firaún a su gente, dijo: ¡Gente mía! ¿Acaso no me pertenece la soberanía de Misr (egipto) y estos ríos que corren a mis pies? ¿Es que no lo véis? (51)

[Azzojrof]

Después de esas palabras, Allah lo ahogó.
Y “Qaroun”:

Dijo: Lo que se me ha dado es gracias a un conocimiento que tengo. ¿Acaso no sabía que Allah había destruido a generaciones dentro de las cuales había gente con mayor poderío y más acumulación de riqueza que él? (78)

[Al-Qasas]

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 Entonces, Allah hizo que la tierra se lo tragara junto con su casa.
El Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- decía a los musulmanes que huían: “echad vuestro arco a Abu Talha”, ya que había roto tres luchando, y con ellos había matado a muchos kafirun. Así terminó la batalla, Abu Talha protegió al Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz.



La historia del jardín que Abu Talha dio como sadaqah?



 Abu Talha, era un hombre muy generoso. Tenía un gran jardín en “Yatrab”, un jardín con pequeños riachuelos por los que corría un agua dulce que regaba las palmeras y los árboles frutales que allí crecían.
Un día que Abu Talha hacía el salah en su jardín, le llamó la atención un extraño pájaro de color verde, que tenía un pico rojo y trinaba en uno de los árboles; Abu Talha lo miraba con admiración perdiendo de esta forma la concentración en el salah; no recordaba cuantos Rak’a había hecho.
Cuando terminó el salah, fue a donde estaba el Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- y le contó lo sucedido, añadiendo al final: “Se testigo, oh Mensajero de Allah, de que dono este jardín como sadaqah.”
Nuestro maestro Sa’d, dijo: “Cuando hago el salah no pienso en nada más hasta que termino. “

 ¿En qué batallas navales participó Talha? ¿En la época de que Califa tuvieron lugar? ¿Cómo acaeció su muerte?

Abu Talha pasaba su vida ayunando y luchando, y murió de la misma manera. Vivió treinta años después de la muerte del Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- y sólo rompía el ayuno en las fiestas en las que está prohibido ayunar. La vejez no le impidió seguir luchando en el camino de Allah.
En la época de ‘Uzman (r.a), los musulmanes participaron en numerosas batallas navales. Aquellos pastores, ahora líderes de la poderosa nación musulmana, habían construido una flota con la que combatieron para liberar las islas de manos de los kafirun.
Abu Talha estaba listo para salir con ellos a luchar; sus hijos le dijeron:

“¡Que Allah tenga misericordia de ti, padre! Eres un hombre muy mayor, y has luchado con denuedo junto al Profeta, Abu Bakr, y Omar; descansa, pues, y deja que seamos nosotros los que luchemos en el camino de Allah.”
Abu Talha, replicó: Allah el Altísimo, ha dicho:

Ligeros o no, salid de incursión y luchad con vuestros bienes y personas en el camino de Allah. Eso es mejor para vosotros si sabéis. (41)

[Attawba]

¿Qué significa ligeros o no?

 Cuando el ser humano es joven, se siente ligero; por ejemplo, un niño de cinco años tiene mucha energía, pero un hombre de cincuenta años, ha perdido gran parte de ella. Entonces, ¿cuál es la orden de Allah? Allah, ha dicho:

Ligeros o no, salid de incursión y luchad con vuestros bienes y personas en el camino de Allah. (41)

[Attawba]

Sea joven o viejo, pues, Allah ha dicho:

Ligeros o no, salid de incursión y luchad con vuestros bienes y personas en el camino de Allah. (41)

[Attawba]

 Habiendo ya embarcado, Abu Talha cayó enfermo, y murió poco después. Los musulmanes empezaron a buscar una isla para enterrarle; Encontraron una que parecía propicia siete días después de su muerte. Así, pues, Abu Talha fue enterrado en una isla.

¿Cuál es la enseñanza que podemos sacar de la vida de Abu Talha?

 Queridos hermanos, ahora sabéis que el continuo batallar de este héroe, y su protección al profeta –que Allah le bendiga y le de la paz-, se debieron a su esposa, Um Salim, quien le persuadió de convertirse al Islam. Por lo tanto, el papel de la mujer es de suma importancia. La mujer es igual al hombre en lo que concierne a la honra y al cumplimiento de los preceptos que Allah nos ha ordenado, y puede llegar a ser superior al hombre; Allah el Altísimo, ha dicho:

“ Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme.(13)”

[ Al Hojorat]

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 Educad a vuestras hijas en la obediencia a Allah; enseñadles el Noble Qur’an; enseñadles a querer al Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz. Estaba el Profeta con sus compañeros cuando Asmaa Bent Yazid Al Anssari se presentó ante ellos y dijo, dirigiéndose al Profeta: “Soy una mujer, y he venido para verte y decirte lo que todas las mujeres del Este y del Oeste te dirían si tuvieran la misma oportunidad que yo. Allah te ha enviado a los hombres y a las mujeres, y hemos creido en ti, y en Allah que te ha enviado; nosotras, las mujeres, estamos limitadas, permanecemos en casa, accedemos a vuestros deseos, educamos a vuestros hijos; pero vosotros, los hombres, tenéis más ventajas que nosotras; por ejemplo, hacéis el salah en grupo, visitáis a los enfermos, asistís a los funerales, y hacéis la peregrinación varias veces a lo largo de vuestra vida, y lo mejor de todo, lucháis en el camino de Allah. Y cuando el hombre sale para luchar, o para peregrinar, nosotras guardamos su dinero, hilamos su vestido, educamos a sus hijos… ¿Tendremos la misma recompensa ante Allah?
El profeta dijo a sus compañeros: ¿Habéis oído algo mejor de lo que ha dicho esta mujer acerca del din? Dijeron: ¡Nunca nos imaginamos que una mujer pudiera pensar de esta manera!

El profeta, dirigiéndose a Asmaa, le dijo: Puedes ir, y decir a las demás mujeres, que la esposa que obedezca a su marido, le trate bien, y se interese por su satisfacción, es como si hiciera todo lo que hace el hombre.”

[ Al-Bayhaki en su libro]

 Quien tiene una hija, tiene una gran fortuna; si se case con un hombre virtuoso, que construye una familia musulmana, será recompensado por Alla. Y quien enseña a su hija el Qur’an, a querer al profeta –que Allah le bendiga y le de la paz, le enseña el din del Islam, y le hace conocer a Allah el Altísimo, esta mujer será la causa de la virtuosidad de su marido y de sus hijos.
Quien desprecia a la mujer, es ignorante, racista, y está muy lejos del Islam.
El profeta –que Allah le bendiga y le de la paz- ha honrado a la mujer, diciendo:

Sed generosos con vuestras mujeres; juro por Allah, que el que las trata con generosidad, es una persona noble; y el que las desprecia, es una persona mezquina.”

 El eje de esta hisoria es que una mujer musulmana, una heroína, fue la cuasa de que su marido se convirtiese en uno de los compañeros del Profeta –que Allah le bendiga y le de la paz.
Quien piensa que la mujer no es igual al hombre, hace alarde de ser un ignorante y un racista. La mujer equivale al hombre en lo que concierne a la honra y al cumplimiento de los preceptos que Allah nos ha ordenado, y puede llegar a ser mejor que el hombre. Tu hija puede ser mejor que tu hijo; por ello, tienes la obligación de instruirla. Una esposa virtuosa es algo indescriptible.

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